A finales del mes de enero hicimos una escapadita a Oporto y ha resultado ser una maravilla. La ciudad tiene un encanto especial, es ideal para pasear y hay una gran cultura gastronómica emergente. Entre sus encantadores rincones, estuvimos en varias pastelerías y probamos lo riquísimos pasteles de nata.
También comimos una riquísima Francesinha en el famoso Capa Negra 2 que os recomiendo y por supuesto visitamos una de las más emblemáticas bodegas, la Graham’s que nos encantó. Estas bodegas han sido renovadas recientemente, aunque han respetado la solera y tradición en esa renovación.
Entre las ofertas gastronómicas, un gran amigo nos habló de dos indispensables. El primero DOP, del chef Rui Paula. Disfrutamos de una cocina elaborada y exquisita. Sin duda una gran elección.
La otra recomendación era el restaurante del Hotel Yeatman, galardonado con una merecidísima estrella Michelin, que en mi opinión en España serían 2. Nosotros fuimos a cenar, pero creo que la mejor elección es disfrutar la comida, pues las vista desde la otra orilla del río Duero, son espectaculares y creo que se disfrutan más en una de día que de noche. El servicio del restaurante es un «10». La decoración me pareció demasiado clásica y un poco impersonal (por poner un pequeño «pero». Sobre la comida creo que ya lo he dicho todo cuando he mencionado el tema de las estrellas.